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Las buenas cartas por sí solas no bastan para ganar la partida. La única excepción es si consigues una escalera real. Pero esta mano es extremadamente rara, y a veces no es posible conseguirla ni siquiera después de cientos de partidas. Una de las cosas que te llevan a ganar es observar a tus oponentes en el póquer.
Observar a tus oponentes en el póquer: ¿qué y cómo tengo que entenderlo?
Si quiere saber qué cartas tiene su adversario, debe observar su lenguaje corporal y analizar sus partidas anteriores.
Lenguaje corporal
Una persona puede subir la apuesta por dos razones:
- tiene muy buenas cartas;
- sólo va de farol y espera que sus oponentes abandonen el juego.
Es importante fijarse en las señales, gestos o expresiones faciales que hacen sus oponentes cuando van de farol. Observar el lenguaje corporal realmente ayuda a entender si un jugador cree en sí mismo cuando sube una apuesta. La confianza sólo es posible cuando hay posibilidades de ganar. La excepción es si el adversario miente o domina su lenguaje corporal, entonces se hace mucho más difícil predecir las cartas que tiene.
Marcas de expedición
Ciertas marcas corporales pueden indicarle qué cartas iniciales recibió un jugador. Pueden ser involuntarias o por etapas.
A veces, un jugador con una mano débil coloca las fichas sobre la mesa de una forma bastante expresiva. Esto es para convencerles de que tienen buenas cartas. Otro jugador con buenas cartas puede ser muy reacio a apostar. Esto también es un acto de distracción.
Los jugadores fuertes suelen hacer algo más que intentar engañar a los demás. Intentan entender a quien intenta descifrar su lenguaje corporal. Cuando se den cuenta de que han conseguido engañar a una persona así, cambiarán en lo sucesivo sus tácticas para ponérselo más difícil.
Ejemplo: un jugador que finge tener una mala mano. Finge tener malas cartas cuando en realidad tiene buenas. Te lo creíste y jugaste hasta el final. Como este jugador sabía que estabas siguiendo sus acciones, la próxima vez te engañará sólo a ti. En el segundo partido, vuelve a fingir. Esta vez, cree que tiene buenas cartas. Le crees y te retiras del juego porque piensas que va de farol. Al final, gana con una buena mano. En el futuro, este jugador intentará engañarte durante toda la partida, por lo que hay pocas posibilidades de que puedas observar su lenguaje corporal durante el juego.
Estrategia del jugador
Los jugadores suelen seguir el mismo patrón de juego. El error lo cometen los que no vigilan a sus oponentes después de que se hayan descartado las cartas. Observar a los demás y analizar sus acciones puede ser muy útil. Así es como se puede distinguir:
- quién juega agresivamente y quién pasivamente;
- que a menudo se retiran en la primera ronda de apuestas;
- en la que los jugadores empiezan la partida con sólo dos cartas buenas;
- que los oponentes llaman apuestas durante todo el juego con la esperanza de conseguir buenas manos;
- que a menudo van de farol;
- algunas personas no suben sus apuestas hasta que apuestas un poco más y entonces suben de repente la cantidad.
¿Hay alguna diferencia entre observar a rivales fuertes y débiles en el póquer?
Es importante recordar que un jugador fuerte controla mejor su lenguaje corporal. Es más probable que las expresiones faciales o los movimientos corporales de un jugador débil delaten las cartas que tiene. Lo contrario ocurre con la predicción de estrategias. Un adversario fuerte suele ser constante, deliberado y no cambia de táctica, por lo que es más fácil predecir cómo jugará. Un jugador débil no tiene estrategia, juega de forma inconsistente y es muy difícil predecir qué cartas tiene.